Partido Revolucionario de los Trabajadores
Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista "El deber de todo revolucionario es hacer la revolución" (Ernesto Guevara)

Tamaño de texto + /10 de Febrero 2024

INTERNACIONAL

LA ÚLTIMA PALABRA LA TIENEN LOS PUEBLOS

La crisis de superproducción capitalista continúa su curso agravando la situación interna en los EEUU. Mientras el gobierno del demócrata Biden intenta, sin mucho éxito, ocultar la recesión, los despidos y la inflación, se siguen sumando problemas y dolores de cabeza para la burguesía financiera imperialista norteamericana (1). La posibilidad latente de una secesión del estado de Texas, impulsada principalmente por las desavenencias entre el gobierno estatal y federal en cuanto a las políticas migratorias, parece ser una realidad cada vez más cercana en la que no se puede descartar, incluso, un conflicto armado (2). El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, tiene el respaldo de más de veinte estados en su reclamo de endurecimiento del cierre de las fronteras y recientemente ha recibido el apoyo público del ex presidente Trump, quien viene cosechando una gran adhesión popular de cara a las próximas elecciones presidenciales a celebrarse en noviembre de este año (3). Vale aclarar que Texas, que de por sí sola es una potencia económica principalmente por su producción de hidrocarburos, tiene una fuerza aérea propia y que, sumados los estados que la respaldan, detentan más de la mitad de la totalidad de la Guardia Nacional estadounidense, lo que da cuenta de una paridad de fuerzas considerable con el estado federal. Recordemos que el ?Texit? ha tenido sus antecedentes no tan lejanos en el tiempo, como, hace pocos años, la aparición de un importante movimiento separatista en California. La existencia de estas corrientes en las entrañas mismas del país hegemónico occidental está inscripta, también, en el indetenible declive del orden geopolítico unipolar que lidera contrapuesto al ascenso del orden multipolar que encabezan Rusia y China. Las cada vez más encarnizadas disputas parlamentarias en cuanto al envío de fondos para solventar al payaso Zelenski en Ucrania, que enfrentan a los demócratas y parte de los republicanos de un lado y a los republicanos pro Trump del otro, configuran, también, parte de dicha puja (4).

En grandes rasgos, en Europa vemos una situación similar a la de Estados Unidos: las economías de sus principales potencias se encuentran en recesión. Así, vemos a Alemania, la otrora ?locomotora europea?, experimentando una importante caída en sus exportaciones e importaciones (5) y pagando, más que nadie, las consecuencias de seguir las directrices del gendarme del mundo pues, gracias a las sanciones occidentales antirrusas, se ha visto privado del gas y del petróleo rusos a bajos costos, lo que facilitaba su prosperidad económica y su pujante industrialización. Otro tanto observamos en Francia con la movilización de tractores en las afueras de París. Allí, miles de agricultores reclamaron al gobierno de Macron por el encarecimiento del gasoil y la falta de restricciones a la producción agrícola ucraniana, contra la que no pueden competir (6). Los gobiernos burgueses continúan disparándose en los pies mientras son los trabajadores y los pueblos europeos quienes pagan las consecuencias del encarecimiento del costo de vida que se ha agravado a raíz de un conflicto que les es totalmente ajeno.

Poco pueden hacer los grandes medios de desinformación afines a la burguesía financiera imperialista para ocultar la desastrosa situación en Ucrania, donde el ejército ruso continúa avanzando sin pausa en su operación de desnazificación. Mientras, salen a la luz los conflictos internos entre el fascista Zelenski, presidente ucraniano y el ex jefe de ejército Zaluzhny, no sólo proclive a sentarse con Moscú con miras a lograr algún tipo de acuerdo de paz, sino a no seguir enviando tropas al frente como carne de cañón. Este general, por otra parte, es muy respetado por el pueblo ucraniano y su prestigio en las encuestas es mucho más alto que el del propio Zelenski por lo cual, en occidente, que no descarta el desplazamiento y reemplazo de su títere de turno, es mirado como una alternativa política para el recambio. Después de meses de duros enfrentamientos, finalmente, fue dado de baja (7) y en su lugar fue nombrado Oleksandr Sirski, cuyo mayor mérito está basado en dos ejes: ser un chupamedias del presidente y partidario de mandar más y más tropas para que sean carne de cañón, como ya hiciera en Bajmut, donde no sólo fue derrotado, sino donde murieron miles de soldados ucranianos.

A lo descripto, ahora se suma el parlamento con la amenaza de renuncia de un gran número de legisladores que también buscan un entendimiento con Rusia y frenar el conflicto. La insuficiencia de recursos, tropas, municiones y equipamiento ponen en evidencia la fragilidad del gobierno de Kiev que, a estas alturas, se mantiene sólo por la injerencia de occidente. Por su parte, el ejército ruso, con su reciente avance en Avdivka destruyendo las defensas ucranianas, continúa sumando golpes estratégicos que lo acercan a la victoria definitiva lo cual demuestra su superioridad militar (8). Frente a este panorama, occidente, a través de otro de sus títeres, Borrell (alto funcionario de la UE), insta a los países europeos a incrementar el envío de municiones a Ucrania dejando de exportar a terceros países (9). Al mismo tiempo, se agita el fantasma de una supuesta invasión rusa al continente, algo impensado y descabellado que sólo demuestra la locura y la desesperación del imperialismo (10). Las maniobras militares denominadas ?steadfast defender 2024?, realizadas por la alianza transatlántica, que emplearon alrededor de 90.000 tropas en las fronteras con Rusia, constituyen una seria provocación al país eslavo en la escalada de agresiones contra el Kremlin que, por su parte, ha recibido el apoyo de China y ha anunciado una mayor cooperación militar con el gigante asiático (11 y 12). La gravedad de la situación nos lleva a pensar en un aumento de las tensiones que podrían desencadenar un conflicto nuclear con consecuencias difíciles de imaginar. Como venimos sosteniendo, la burguesía financiera cree que con una nueva guerra de carácter mundial puede llegar a lograr un nuevo reparto del mundo. Eso sí, para eso es necesario que resulte victoriosa? algo que parece cada vez más alejado de la realidad.

En Medio Oriente observamos cómo el estado sionista de Israel continúa masacrando palestinos (las cifras rondarían los 30.000 muertos, con una gran cantidad de niños) ante la vista gorda de occidente y de la ONU (13). Los entredichos entre el gobierno israelí y el norteamericano están sacando a la superficie las contradicciones entre el imperialismo yanqui y su alfil en la región, al mismo tiempo que el conflicto parece extenderse hacia otros países (14 y 15). Así lo comprueban las advertencias de Irán a EEUU, las amenazas sionistas de atacar al Líbano y los ataques estadounidenses a Siria, Irak y Yemen (16). Mientras, continúan las movilizaciones alrededor del mundo en favor de los palestinos y, dentro de Israel, exigiendo la renuncia de Netanyahu, señalado como el impulsor de la guerra (17). Por otra parte, el reciente ataque a una base norteamericana ubicada en Jordania, que dejó al menos tres muertos y más de treinta heridos, demuestra que el imperialismo no es intocable y puede ser vulnerado y castigado en cualquier país agredido (18).

En África viene tomando fuerza un movimiento de consolidación de la soberanía de muchos países que históricamente han sido colonias europeas. La semana pasada, tras la represalias a los levantamientos militares anticoloniales, Níger, Mali y Burkina Faso renunciaron a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), organismo proclive a seguir los lineamientos de Washington (19). Es evidente que el orden unipolar y sus varios integrantes y socios continúan perdiendo poder en la región: a la vez que son cada vez más los países que eligen plegarse a entablar relaciones políticas y económicas con los BRICS, más se evidencia la pérdida del temor ante su dominio. Ahora, muchos más que antes se atreven a enfrentarlos en defensa propia y de sus recursos naturales.

Nuestro continente también es un escenario donde se reproduce la lucha entre el orden unipolar en descomposición y el multipolar en ascenso. La victoria electoral en nuestro país de un energúmeno como Milei es, sin dudas, un retroceso en ese aspecto. La nueva configuración dispuesta por el entrante gobierno, que no sólo ha renunciado a la integración de Argentina a los BRICS, sino que ha elegido ir corriendo a abrazarse con los yanquis para una nueva tanda de ?relaciones carnales?, no parece ser muy auspiciosa para nuestro pueblo. Como hemos dicho anteriormente, el viejo orden tiene para ofrecernos más de lo mismo: endeudamiento y saqueo de nuestros recursos a través de los organismos de créditos como el FMI y empresas multinacionales como Black Rock. De todas formas, será el pueblo quien tenga la última palabra y el que decidirá si un experimento fascista de estas características puede prosperar o no: ya está demostrando en las calles que no le dejará nada fácil el camino al gobierno y a su intento de ajuste sobre el pueblo?

El capitalismo es incapaz de dar respuestas adecuadas a las necesidades de la humanidad. Sólo puede garantizarnos más guerras, hambre y cada vez más exclusión: mientras un puñado cada vez menor de burgueses es inmensamente más rico, millones de seres humanos son más y más pobres o, directamente, hambreados. Los trabajadores del mundo estamos llamados a trabajar por la unidad de nuestra clase y del campo popular para hacer frente a los atropellos de quienes nos explotan y oprimen. El imperialismo no duda ni durará en empujar a los pueblos a morir en guerras que nada tienen que ver con los intereses de los trabajadores y que sólo benefician a la burguesía, dueña de los complejos militares industriales. La construcción y el fortalecimiento del Partido Revolucionario es indispensable para lograr una dirección política que oriente a las masas hacia dónde ir, a poder identificar quiénes son nuestros enemigos y quiénes nuestros posibles aliados y a ayudar a elevar el nivel de consciencia de las capas populares. El actual sistema ya no admite reformas, sólo mediante la construcción del socialismo podremos lograr la sociedad que nos merecemos.

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