A las calles contra el FMI

El reciente conflicto militar entre Rusia y Ucrania está provocando inesperados cambios en la geopolítica internacional. Ni el Frente de Todos ni la oposición ni el mismísimo FMI imaginaron que la contienda bélica tendría efectos que complicarían el panorama nacional (1).

Siguiendo con la política pendular que caracteriza al presidente Alberto Fernández, el gobierno nacional no se plegó a los lineamientos del gendarme mundial contra Rusia en la OEA (2), pero posteriormente, en La Asamblea General de las Naciones Unidas, Argentina fue uno de los 14 países que votaron a favor de exigir a Rusia revertir el reconocimiento de la independencia de Donetsk y Lughansk y la retirada de sus tropas en Ucrania (3).

La posición diplomática del oficialismo apenas si contrasta con el caricaturesco respaldo de Juntos por el Cambio al gobierno fascista de Ucrania (4 y 5). El apoyo del PRO, aliado regional del imperialismo norteamericano, al autoritario Zelensky no debería sorprendernos para nada. La puesta en escena de la oposición posando con las banderitas de Ucrania en el Congreso es una operación política y payasesca para avivar la rusofobia. La pantomima de los políticos cambiemistas nos muestra que los fascistas locales del PRO son aliados de sus pares ucranianos. Los une la ideología de la clase a la que pertenecen y un profundo odio hacia los pueblos. No hay mucha diferencia entre el pensamiento de Macri, Patricia Bulrich, Larreta y Cornejo con los nazis de las brigadas de Azov.

La hipocresía descarada del PRO no tiene límites. Los mismos dirigentes que apoyaron militarmente el golpe de Estado en Bolivia propusieron viajar a Kiev para defender un régimen criminal que ha atacado sistemáticamente a su propio pueblo y violado todos los acuerdos de paz vigentes. El cinismo y la doble moral de la oposición nos muestran la putrefacción de un partido al que no debemos creerles nada pues llevan el autoritarismo y la muerte como bandera (6 y 7).

Por otra parte, en el orden interno, el proyecto del acuerdo de renegociación con el FMI al que el gobierno le venía dando vueltas fue presentado en el Congreso (8 y 9). Sin dudas, los tironeos de Guzmán y Georgieva por los porcentajes de los aumentos en las tarifas de energía, una mayor quita de subsidios y las revisiones para bajar el déficit fiscal demoraron más de lo pensado. Las tensiones en cuanto a los números que presentó como viables el Ministro de Economía y los pretendidos por los directores del Fondo alarmaron al gobierno. A pesar de las palabras optimistas del gobierno y las expectativas idealizadas de crecimiento económico, en concreto, muchos dudan del contenido de la letra chica del acuerdo (10 y 11). La desconfianza real y patente de las bases kirchneristas aumenta día a día como también el descontento y el rechazo de sus dirigentes al pacto firmado con el Fondo. Tales fenómenos ponen en riesgo el consenso social que necesita la burguesía para legitimar su estafa (12).

Por conocimiento empírico las masas saben que las medidas del FMI siempre fueron, son y serán perjudiciales para los intereses de los trabajadores y el campo popular. La experiencia histórica adquirida por el pueblo le ha enseñado a rebelarse cuando las condiciones de la expoliación impuesta por los gobiernos cómplices de los organismos financieros tornan imposible la vida de millones de argentinos. Ese es uno de los motivos por el que varios políticos del FdT no ven con buenos ojos el “entendimiento” del ministro de Economía con el FMI. Un caso testigo es Alicia Castro quien criticó la negociación de la Casa Rosada vaticinando el quiebre social del gobierno y la pulverización de su propia base electoral. La tensión entre la dirigencia del Frente de Todos que sostiene la estafa del FMI y sus bases, que se mueven entre el desencanto y oposición abierta al pago de la deuda con llamados a la huelga general, aumentará a medida que las consecuencias recaigan sobre los más vulnerables, todo es cuestión de tiempo... Por otro lado, un temor no menor hacia el interior del peronismo es que un error de cálculo podría alejarlos aún más del voto de las masas de cara a las elecciones del 2023 (13 y 14).

La santa alianza de los partidos burgueses en defensa de los intereses de la clase dominante queda nuevamente al descubierto. No hay ninguna grieta cuando se trata de garantizar las ganancias de la burguesía financiera y, para sorpresa de propios y extraños, el PRO acompañó la propuesta del gobierno con el Fondo. Que el partido opositor, principal responsable de la deuda ilegítima con el FMI, sea uno de los garantes del gobierno peronista es un sapo difícil de digerir para todos aquellos que depositaron expectativas en una gestión que venía a “combatir” la política antipopular de Macri. Que el presidente se recueste en Juntos por el Cambio para imponer la estafa pergeñada a espaldas del pueblo, horroriza a más de un peronista que salió a las calles contra la reforma previsional en 2017.

Por otra parte, cómo será de grave la falta de apoyo político de Alberto Fernández en su propio espacio que la Coalición Cívica de Lilita Carrió se convirtió en un aliado momentáneo: el bloque opositor comandado por una de las alumnas predilectas de la embajada norteamericana y de la burguesía imperialista presentó un proyecto que “ayudaría” al gobierno nacional a saltar la difícil votación en el Congreso y aprobar de un plumazo el acuerdo con el Fondo. La salida antidemocrática y autoritaria ofrecida por la Coalición Cívica coincide con la lógica autoritaria de Carrió que aprendió mucho de eso cuando fue funcionaria de la dictadura. Resulta risible que al tibio de Alberto, Lilita le haya ofrecido el garrote del decreto para ayudarlo a aplicar una política antipopular y terminar de lavarle la cara al delincuente de Macri (15).

En un escenario en el que sólo se movilizaron las izquierdas y algunos grupos piqueteros, el ala más “negociadora” del oficialismo fue incapaz de eliminar el recelo que despertó el pacto con el Fondo en los movimientos sociales que integran el Frente de Todos (16). La renuncia de Máximo Kirchner, el silencio de balcón de la vice fueron señales de que a Alberto lo dejaron solo pagando el costo político de la estafa con el FMI (17). No fue un detalle menor el acto que preparó la dirección burguesa del Frente de Todos para apuntalar la gestión presidencial (18). Llamativamente, La Cámpora y otros grupos disidentes pegaron el faltazo en la plaza en sintonía con la ausencia de Máximo Kirchner en diputados. El Frente comienza a resquebrajarse por lo más fino (19 y 20).

Varias perlitas dejó el discurso presidencial para aquietar las aguas tumultuosas del peronismo (21). Para calmar los ánimos y demandas de su frente interno el presidente se deshizo en promesas de no modificar la ley previsional, de no promover una reforma laboral y de no aplicar tarifazos como si con palabras pudiera esconder los hechos. En la misma línea, hubo guiños para tranquilizar conciencias ajenas y contentar a los que sueñan con ver a Macri tras las rejas (22). El partido del ex presidente y fugador serial protagonizó el show cómico y papelonero del día al retirarse masivamente justo cuando era mencionado por elevación ante la mirada atónita e incomprensible de Manes y la UCR, que sueñan con un presidente radical. Cuando parecía que Juntos por el Cambio no podía superar el nivel de estupidez política al que nos tiene acostumbrados nos sorprendieron a todos con esta movida. Cuanta imaginación y estrategia política deben tener los líderes del PRO. ¡Patéticos! (23 y 24).

Por otro lado, el presidente también habló sobre fantásticos planes de crecimiento donde el trabajo y el capital se benefician mutuamente, falacias con la que pretende engañar a las masas. Hay que aclararle al Sr Fernández que en un sistema basado en la explotación de los capitalistas sobre los trabajadores los beneficios siempre serán para una clase en detrimento de otra, por tanto, sus planes de armonizar el capital y el trabajo son una mentira. Basta que observemos las exorbitantes ganancias obtenidas por la patronal en los últimos años, mientras nosotros seguimos con salarios atrasados y devaluados, para darnos cuenta de su mentira.

Lo que mencionó escuetamente dentro de los logros de su gestión fue el aumento desproporcionado del gasto militar. Mientras la educación y la salud continúan desfinanciadas, el gobierno actual apuntó a fortalecer y modernizar la infraestructura del brazo armado de la burguesía como ninguna otra gestión anterior. No es un detalle menor que un gobierno que se declara popular invierta en mejorar la operatividad de los militares, históricos enemigos del pueblo (25). ¿Será que el ajuste del FMI sólo cierra con represión…?

El cambio de situación generado por la subida de los precios del gas y el petróleo mundial y de los comodities de alimentos a raíz del conflicto ucraniano es un problema que afecta la inflación que padecemos los trabajadores y el pueblo (26). Mientras la canasta básica anda por las nubes y los salarios por el piso, el gobierno a pedido del FMI decidió subir las tarifas de electricidad un 20%. Los futuros tarifazos serán la aplicación concreta del programa del Fondo que empeorarán nuestras condiciones de vida. Si no queremos que nos empobrezcan, los trabajadores tenemos que organizarnos para frenar inmediatamente cualquier tipo de aumento haciendo retroceder al gobierno de los dueños del poder (27 y 28).

Finalmente, se aprobó el acuerdo de renegociación de la deuda con el FMI en el Congreso (30 y 31). Con el apoyo mayoritario del bloque del Frente de Todos y los votos de la oposición del PRO, gracias a los vínculos de Massa, el presidente Alberto Fernández consiguió legitimar la estafa del Fondo traicionando la voluntad popular que rechazaba dicho acuerdo. Sin embargo, a pesar de la victoria pírrica del oficialismo, el presidente salió debilitado políticamente. Por una parte, tuvo que ceder a una serie de condiciones exigidas por Cambiemos para garantizar la aprobación del acuerdo. Por otra parte, la votación en el parlamento profundizó la crisis interna de la alianza oficialista. El voto negativo de Máximo Kirchner y La Cámpora marcó un quiebre en el oficialismo difícil de cerrar. El temor a perder el apoyo de ese piso de 30% de votantes que es la base de sostén del kirchnerismo pesó en la decisión de los principales referentes de ese espacio para no acompañar al presidente. La decisión de los camporistas de hacerle el vacío legislativo a su propio gobierno encendió las alarmas de ruptura en el movimiento peronista (32 y 33).

En ese sentido, no pasó desapercibida la actitud de la vicepresidenta quien abandonó la sesión cuando empezaba el debate por el pago al FMI, en un intento muy pobre por despegarse políticamente de Alberto Fernández y de no asumir su corresponsabilidad. No debemos olvidar que fue ella quien hizo posible la llegada del viejo funcionario menemista al sillón de Rivadavia cuando lo eligió con el dedo y propuso su candidatura presidencial. Hay que tener memoria y no olvidar que los socios actuales del Frente de Todos fueron rivales directos del gobierno de Cristina e, incluso, algunos como Massa coquetearon con una alianza con el PRO para derrotar a la Jefa, allá por 2015. También hay que recordar cómo se portó el ocupante de la Casa Rosada cuando criticaba abiertamente al gobierno kirchnerista (34). Mal que les pese a los sinceros militantes peronistas, sin el apoyo político de la principal dirigente del kirchnerismo, el actual presidente no hubiera accedido al poder por sí mismo. Por tanto, cada decisión que toma la gestión actual es una consecuencia del frente electoral decidido por Cristina y su círculo de confianza. Ese es el “precio” de la “unidad”. No se puede ocultar la verdad de los hechos, hay que hacerse cargo de lo que la vicepresidenta y La Cámpora hicieron al prestar su base electoral para que Alberto Fernández sea el Jefe de Gobierno y nos condene a todos a la miseria. La vicepresidenta no puede livianamente expiar sus culpas y eximirse de corresponsabilidad para mantener su posición política y fortalecer la de su descendiente. No estaba eligiendo ni proponiendo al Che Guevara como candidato a presidente, sino a un menemista recalcitrante con vínculos con un ex UCEDÉ como Massa…

La decisión del gobierno, que defiende las ganancias de FMI, significó la traición abierta de la dirigencia a las aspiraciones de su propia base. Miles de trabajadores, jubilados, militantes de la juventud, del movimiento de desocupados y del movimiento feminista identificados con el peronismo asistieron estupefactos a la entrega descarada de su gobierno que, para colmo de males, se apoyó en su enemigo político, el PRO. El asombro y la incredulidad de la base que confío en sus dirigentes, sin visualizar que esos funcionarios representan los intereses del capital más concentrado, se trastocó en resignación encubierta y bronca masticada por lo bajo. El sentimiento de rebeldía y disconformidad de las masas peronistas no pudo transformarse en movilización y enfrentamiento directo contra su gobierno. Esto se dio porque ingenuamente confiaron en que sus “representantes” iban a luchar por ellos defendiendo los intereses materiales de los trabajadores y el pueblo cuando, en realidad, toda la dirección del Frente de Todos apostó a engañarlos prometiéndoles lo que nunca iban a dar desmovilizándolos y confundiéndolos políticamente para evitar que de su seno surgiera un movimiento de lucha que pusiera contra las cuerdas a la gestión. Al igual que el resto del campo popular, la base peronista no ha podido parir de sus propias entrañas dirigentes cercanos a las necesidades de las masas ni albergar un proyecto político más ligado a sus intereses materiales y a sus aspiraciones colectivas como sí pudo en otras épocas históricas con la CGT de los Argentinos o el programa de Huerta Grande. Esa falta de una alternativa que direccione el movimiento de masas es de lo que adolece la base peronista (34).

Por otra parte, pareciera que miles de peronistas actuales han olvidado que la clase dominante, la oligarquía terrateniente, los monopolios extranjeros y el FMI no van a regalarnos nunca NADA. Todo avance, todo derecho conquistado por el pueblo es producto de la lucha y, a la vista de la experiencia histórica, no podemos confiar en ningún gobierno ni siquiera del propio bando. El peronismo de antaño siempre supo enfrentar los planes del enemigo. Incluso se opuso al plan económico de Celestino Rodrigo bajo el gobierno de la mismísima Isabel Perón. Tiempo después, los obreros peronistas se plantaron firmes contra el desguace ejecutado por Carlos Saúl Menem. Quizás sea el tiempo de recuperar las herramientas de lucha del movimiento de masas más representativo del país y dejar de confiar en falsas promesas. Quizás sea tiempo de salir del desencanto depositando expectativas en la fuerza de la propia base sin esperar nada de arriba. Confiar menos y luchar más, ampliando la unidad del campo popular.

En la larga tarea de construir una alternativa política que represente los intereses del proletariado pasaremos por distintas etapas de lucha. En esa gimnasia constante los militantes del campo popular debemos saber extraer lecciones y aprendizajes para no volver a equivocarnos, para fortalecer la experiencia y mejorar todos los aspectos de lucha de nuestro pueblo. En ese sentido, los militantes que nos movilizamos contra el FMI en la sesión de Diputados quedamos gravemente expuestos: las detenciones sucedidas en los días posteriores evidenciaron errores que no podemos repetir. Lamentablemente, le regalamos el flanco a nuestro enemigo por no tomar las medidas de seguridad adecuadas por no considerar la situación concreta a la que nos exponemos. Los mínimos aspectos organizativos y de seguridad tienen que ser aplicados con la mayor severidad posible para evitar detenciones innecesarias. No podemos confiarnos en creer que nada va a pasarnos, no debemos dejar librada a la suerte información sensible que nos perjudique. Son cosas que aún tenemos que aprender (35).

Nuevamente el 24 de marzo nos encontramos en la calle para recordar y homenajear a todos los compañeros caídos y desaparecidos por la dictadura genocida. En tiempos en que el enemigo pretende imponer sus planes de ajuste sobre nosotros, se vuelve fundamental recuperar la mística, las enseñanzas, los valores y las prácticas de los militantes de los 70. Salgamos de la resignación, la frustración y la fragmentación existente. Confiemos en nosotros, aceptemos la pluralidad y luchemos por lo que parece imposible. Retomemos las banderas de la unidad y la organización de todos los sectores del campo popular. Hace 46 años los militantes de todas las organizaciones del pueblo supieron reconocer al enemigo principal, ése fue su gran acierto, aprendamos humildemente de ellos. Rompamos el sectarismo uniendo cada uno de los conflictos hasta que seamos una fuerza que haga retroceder a la clase en el poder. Convirtamos la bronca en movilización y, como en tantas batallas anteriores que supo dar nuestro pueblo, hagamos inviable el plan del FMI y la decisión de la dirigencia política de que lo paguemos con nuestro hambre y pobreza.

NO AL PAGO DE LA DEUDA CON EL FMI

Notas:

1- https://www.perfil.com/
2- https://news.un.org/
3- https://www.lapoliticaonline.com/
4- https://www.buenosaires.gob.ar/
5- https://www.clarin.com/
6- https://www.ambito.com/
7- https://www.pagina12.com.ar/
8- https://www.continental.com.ar/
9- https://www.argentina.gob.ar/
10- https://www.imf.org/
11- https://www.df.cl/
12- https://noticiasargentinas.com/
13- https://www.perfil.com/
14- https://www.perfil.com/
15- https://www.pagina12.com.ar/
16- https://www.pagina12.com.ar/
17- https://www.ambito.com/
18- https://www.pagina12.com.ar/
19- https://www.cronista.com/
20- https://www.cronista.com/
21- https://www.ambito.com/
22- https://www.eldiariocba.com.ar/
23- https://www.pagina12.com.ar/
24- https://www.lanacion.com.ar/
25- https://www.ambito.com/
26- https://www.ambito.com/
27- https://www.ambito.com/
28- https://www.baenegocios.com/
29- https://www.lanacion.com.ar/
30- https://www.ambito.com/
31- https://www.pagina12.com.ar/
32- https://www.pagina12.com.ar/
33- https://chequeado.com/
34- https://www.youtube.com/
35- https://www.noticiasdebariloche.com.ar/