EL IMPERIALISMO: ÚNICO RESPONSABLE DEL CONFLICTO EN UCRANIA

Finalmente se agotó la paciencia del oso ruso. El gobierno de Putin decidió tomar cartas en el asunto y resolvió atacar distintos puntos en Ucrania ante tantos atropellos encabezados por Washington. El fascista Zelensky, títere de la burguesía financiera imperialista que no ha tenido ningún problema en cobijar y apañar nazis en su gobierno, ahora ha quedado prácticamente a su suerte luego de que los yanquis se cansaran de cargarle las tintas en contra de Rusia (1). Para analizar seriamente y de forma objetiva el desarrollo de los acontecimientos es necesario entender que aquí están en pugna dos proyectos distintos de orden mundial antagónicos entre sí.

Por un lado, tenemos al viejo orden unipolar encabezado por los EEUU en plena decadencia y, por el otro, un orden multipolar que está en ascenso. El primero, golpeado por la crisis de superproducción, a esta altura se sostiene básicamente por la extracción de plusvalía desde los países menos desarrollados hacia las potencias occidentales a través de las deudas contraídas con los organismos financieros del imperialismo (FMI, Banco Mundial, Club de París, Etc); . En el ámbito político este orden es fascista, lo que significa que hay una centralización del poder en la burguesía financiera imperialista que no admite voces discordantes con su discurso único. Más allá de que esa clase utilice sus grandes medios de desinformación y el resto de su superestructura para darse un barniz democrático, lo cierto es que cada vez que un gobierno decide tomar caminos distintos a los deseos de Washington, inexorablemente, se topa con sanciones económicas, intentos de desestabilización, asfixia económica y amenazas militares. Los ejemplos sobran.

El segundo proyecto de orden mundial multipolar consiste en que no haya superpotencias rigiendo los destinos del resto de los países y, al mismo tiempo, en el respeto a los modelos de país que elija cada pueblo. El liderazgo de Rusia, China y sus socios (fundamentalmente los países que conforman los BRICS) está orientado al su desarrollo, de sus matrices productivas y de su infraestructura. Tanto Rusia como China, fundamentalmente el segundo, apuestan claramente a la producción de bienes, por lo cual sus monedas (a diferencia del dólar y del euro) tienen un respaldo real en la producción.

Volviendo a la situación en Ucrania, el movimiento militar de Rusia sobre ese país fue concretado luego de sus innumerables advertencias hacia occidente ante los intentos expansionistas de la OTAN hacia el este. Incluso han habido acuerdos formales entre occidente y la URSS en los que las potencias imperialistas se comprometieron a no realizar tal expansión (2). Vale recordar que Rusia (y anteriormente la Unión Soviética) (han sido) fueron blanco de agresiones por parte del imperialismo desde la misma Revolución Bolchevique en 1917, es decir, desde hace más de un siglo. De hecho, la dichosa alianza del Atlántico Norte fue, desde sus comienzos post Segunda Guerra Mundial, un organismo de carácter netamente anticomunista. Ante las permanentes provocaciones que lejos de haber cejado, han ido en aumento en los últimos años y se han agravado luego del referéndum en Crimea en 2014 mediante el cual la población de dicha región mayoritariamente rusa, decidió volver a ser parte de ese país, al gobierno de Putin no le ha quedado otro camino que el de un ataque preventivo a Ucrania. El gobierno ruso, ante el inminente peligro de la creación de armas nucleares en territorio ucraniano en conjunto con EEUU, aduce con justa razón que el despliegue militar en suelo ucraniano tiene como objetivo la desmilitarización y desnazificación de ese país (3 y 4).

Poco y nada dicen los grandes medios de comunicación occidentales sobre las atrocidades que han cometido las tropas ucranianas en estos últimos años sobre la población de Donetsk y Lugansk, cuya independencia fue reconocida recientemente por el gobierno ruso ante los ataques permanentes de los fascistas dirigidos desde Kiev; poco y nada dicen, tampoco, sobre el nefasto batallón Azov y el sector derecho, que exhiben públicamente banderas con esvásticas (símbolos inequívocamente nazis) y su accionar, como el incendio de la Casa de los Sindicatos en Odessa en donde torturaron y asesinaron a decenas de trabajadores de filiación comunista, incluídas mujeres embarazadas (5).

Menos han dicho sobre las fosas comunes que fueron descubiertas en el Donbás con más de quince mil cadáveres, muchos decapitados, mujeres y niños dentro de ellas (6). Así también es esperable que callen ante las bajas civiles ucranianas autoinfringidas por el ejército para culpar cínicamente a las fuerzas rusas.

La prensa imperialista que hoy pone el grito en el cielo ante las bajas ucranianas ha mantenido también un deliberado silencio ante todas las masacres que han perpetrado estos últimos años los yanquis junto con sus socios europeos, sionistas y saudíes en la ex Yugolsavia, Irak, Afganistán, Siria, Libia, Palestina, Yemen… y la lista sigue (7). El doble rasero de los grandes medios, que a esta altura son meros propagandistas del discurso único del imperialismo, ha quedado expuesto como nunca antes, por lo que es vital no creerles ni una sola palabra: ni “un tantico así”, como dijo el Che.

Los socios materiales en más de una invasión a un país extranjero, ahora sancionan a Rusia como si ellos fueran un hato de monjes contemplativos. Las sanciones que apuntan a los capitales de los empresarios privados rusos ocasionándoles pérdidas enormes, buscan mal disponerlos contra su gobierno para debilitarlo en su decisión de invadir Ucrania. Sin embargo, ya habrían encontrado la forma de eludirlas recostándose en las criptomonedas. Los ucranianos, por su parte, ya salieron corriendo a pedirles a las plataformas de criptomonedas que no sólo sancionen a los oligarcas, sino a todos los rusos (8).

Como si fuera poco, los apóstoles de la guerra no tuvieron mejor idea que aplicar sanciones económicas contra Rusia con el corte del sistema bancario Swift que les impide usar sus bancos a nivel internacional, una medida no demasiado inteligente y que se está transformando en un boomerang que los arrastra también a ellos: se disparan sin límite los precios del petróleo, el gas, la electricidad y los cereales y granos a cifras nunca vistas. Rusia posee las mayores reservas hidrocarburíferas del mundo a la vez que es el principal exportador de gas y petróleo del mundo… Al prescindir de Rusia, el supuesto boicot económico repercute directamente sobre los saboteadores. De allí el repentino apuro que le dio a Estados Unidos por cerrar un acuerdo con Irán lo más urgentemente posible, porque su petróleo vendría a salvarle las papas (9). Irán, que es un aliado de Rusia, tiene la oportunidad de ajustar cuentas con los mismos que antes le dieron un portazo en la cara y que lo sometieron, también, a numerosas sanciones que lo perjudicaron por años. Mientras Estados Unidos sueña con la firma a corto plazo, Irán pone las condiciones y dice que está por verse…

Con semejante panorama, que espanta hasta al FMI (10) que ya advirtió que, de escalar la violencia, la espiral inflacionaria seguiría subiendo, Estados Unidos y sus socios se encuentran entre la pared y su propia espada. No conformes con ejercer presiones sobre los negociadores con Irán para firmar el acuerdo que les traiga algo de oxígeno, ahora también tratarán de convencer a Venezuela (11). Para ello viajó una comitiva de altos funcionarios de Estados Unidos a Caracas. Es paradojal que vayan a ofrecerle negocios por su petróleo a Maduro, cuando fueron ellos los creadores del auto proclamado “presidente” Guaidó al que reconocieron como tal aún sabiendo perfectamente que Maduro era el presidente más votado por los venezolanos; los corresponsables de que Inglaterra (de) se apropiara de los 13.000 millones de dólares en oro que el Banco Central de Venezuela había depositado allí (12); los que pergeñaron los congelamientos de cuentas y bienes a funcionarios y empresas; la prohibición de transacciones comerciales; la confiscación de bienes, el embargos de armas, las prohibiciones de viajes, y las sanciones a las industrias del petróleo, el oro, la minería y la banca que sumieron al pueblo venezolano en la extrema pobreza. Ahora, con su propia soga al cuello, cuando se hunden en sus propias sanciones contra Rusia, corren desesperados a los brazos de Irán y Venezuela, víctimas durante años de la política imperialista; a que les saquen las papas del fuego, les den un poco de petróleo y se alejen de Rusia, su país aliado. Tanto uno como otro están en condiciones de exigir el total levantamiento de las sanciones y, en el caso de Venezuela, la inmediata devolución de su oro que forma parte de sus reservas. Lo que no harán, precisamente, es alejarse de su aliado que les tendió la mano cuando todos el imperialismo les daba la espalda. ¡Sueñan los imperialistas si creen que podrán someterlos cuando éste es el peor momento para ellos y el mejor para Irán y Venezuela!

La nueva tanda de sanciones económicas decididas por Washington en contra de Rusia deja al descubierto la interdependencia económica de este sistema que genera contradicciones en los distintos países, cuyas burguesías hacen recaer su peso sobre el proletariado y el pueblo. Tenemos los recientes ejemplos de Canadá (13) y de Europa (14), en donde el aumento del gas hará cada vez más insostenibles los precios alcistas aumentando la ya existente conflictividad social (15). Mientras, Europa sigue comprando cada vez más caro el gas a EEUU, cuando bien podrían estar consumiendo el gas ruso a menor precio con el gasoducto Nord Stream II en funcionamiento. Por otra parte, Rusia tiene la capacidad de “devolver gentilezas” y no duda en utilizarlas: les advirtieron a los yanquis que ahora deberán volar al espacio “en escobas” puesto que dejarán de suministrarles los motores que producen para los cohetes Atlante (16).

En síntesis, en su afán de poner de rodillas a Rusia ante la OTAN, el imperialismo apagó el fuego con nafta provocando un incendio en el que todos arderán cuando sus pueblos comiencen a reclamar en contra de todos los aumentos que caen sobre ellos. Y no falta mucho para que eso suceda. Tenemos entradas en primera fila.

Lejos nos encontramos de querer justificar esta guerra en la que los muertos saldrán de nuestra clase como en todas las guerras anteriores, pero es necesario perseguir la verdad que, aunque se diga que es la primera víctima en un conflicto bélico, está conformada por hechos objetivos que deben ser tenidos en cuenta siempre. No nos debemos engañar: aquí hay un responsable y es el imperialismo que está empujando a la humanidad hacia una nueva guerra mundial, pues así cree que podrá lograr un nuevo reparto del mundo y eludir la crisis de su sistema.

El capitalismo está totalmente imposibilitado de dar una respuesta a las necesidades de la humanidad.

El imperialismo sólo puede seguir ofreciéndonos más miseria, hambre y muerte. Hoy es más necesaria que nunca nuestra unidad como clase, con el campo popular priorizando nuestras coincidencias sin detenernos en las cosas que nos dividen. Allí es donde precisamente apunta nuestro enemigo.

Estamos llamados a aplastar este sistema sangriento y construir el mundo que los trabajadores nos merecemos.

¡TRABAJADORES DEL MUNDO. UNÍOS!

NOTAS

1.https://gestion.pe/
2.http://www.cubadebate.cu/
3.https://mundo.sputniknews.com/
4.https://actualidad.rt.com/
5.https://mundo.sputniknews.com/
6.https://ultimasnoticias.com.ve/
7.https://www.lahaine.org/
8.https://www.bbc.com/
9.https://www.eldiarioar.com/
10.https://www.cronista.com/
11.https://www.univision.com/
12.https://lexlatin.com/
13.https://elcentronews.net/
14.https://www.aa.com.tr/
15.https://espanol.cgtn.com/
16.https://www.dw.com/

Recomendamos especialmente la lectura de tres notas sobre el conflicto en Ucrania escritas recientemente por nuestra compañera Estela Pereyra para el medio Socompa:

Descubriendo Donetsk y Lugansk
https://socompa.info/inte.../descubriendo-donestk-y-lugansk/

¿A qué jugó y juega Ucrania?
https://socompa.info/internac.../a-que-jugo-y-juega-ucrania/

Dos capitalismos en guerra:
https://socompa.info/internac.../dos-capitalismos-en-guerra/