LA BURGUESÍA SE EMPUJA A SÍ MISMA AL ABISMO

La crisis de superproducción capitalista golpea cada vez con más fuerza en los EEUU, donde la inflación continúa subiendo y la recesión sigue en aumento, provocando que alrededor del 80 por ciento de los trabajadores asalariados estén preocupados por perder sus puestos de trabajo (1 y 2). El aumento de 75 puntos porcentuales en la tasa de interés (la más alta en los últimos 30 años) por parte de la Reserva Federal no hará otra cosa que no sea empeorar la situación, llevando a la explosión de varias burbujas financieras dado que cada vez son más los créditos que se hacen impagables (3). Ante tal desastroso panorama económico, la descomposición social es más visible: el racismo, el consumo de drogas, los tiroteos que se traducen en masacres perpetradas por jóvenes equipados con armas de guerra que sufren algún grado de desequilibrio son problemas que ocupan cotidianamente lugares en los medios de ese país (4 y 5). Un pedido de referéndum en el estado de Texas para declarar su independencia de los EEUU hubiese parecido un verdadero deliro algunos años atrás, pero hoy se transforma en una realidad que ilustra el grado de disociación y conflictividad que existe en las propias entrañas del imperialismo (6).

El descalabro que se ve en occidente como consecuencia de la caída del orden unipolar saca a la superficie la podredumbre que subyace en el capitalismo mundial. Así, observamos cómo las sanciones a Rusia impuestas por la burguesía financiera imperialista se han transformado en un verdadero ‘búmerang’ pues atentan principalmente sobre las economías de la Unión Europea, aunque son borradas con el codo a conveniencia y a medida que los europeos y los yanquis descubren que no pueden prescindir de muchos productos elaborados por los rusos. El episodio de la dichosa turbina de la empresa rusa Gazprom es un claro ejemplo. Luego de que Canadá se sentara sobre la turbina donde se encontraba por tareas de mantenimiento y que debía ser devuelta a Alemania, alegando el cumplimiento de las sanciones, finalmente dio el brazo a torcer ante el país teutón luego de un ciberataque organizado que dejó a Canadá casi un día con su sistema bancario bloqueado e inutilizable (7 y 8). El gobierno de Trudeau entendió rápidamente el chantaje y pese a los reclamos del propio presidente Ucraniano, Zelenski, que reclamaba por el cumplimiento de las sanciones, se apuró anunciar la devolución del artefacto a Alemania que ahora insiste a Rusia en que reanude el suministro de gas (9). Sin embargo y a pesar de numerosos anuncios de que la turbina está en camino, el culebrón germano canadiense continúa: hasta ahora la turbina no ha sido instalada (10). El gobierno de Putin sin impacientarse ha anunciado que todavía no se puede restablecer el suministro dado que son más las turbinas emplazadas en territorio alemán que necesitan mantenimiento aunque aún no se haya recibido hasta el día de hoy la turbina que se encontraba en Canadá. Rusia sabe que la preocupación en el viejo continente frente a la falta de gas va en aumento ante la inexorable llegada del invierno y aprovecha su situación de principal exportador de hidrocarburos a Europa para poder separar a sus enemigos, es decir, alejar y enfrentar a las potencias europeas entre sí y también contra Washington que, por otra parte, no sólo ve con buenos ojos la caída del euro que ha llegado a la paridad con el dólar (12), sino el hecho de haberle arrancado al oso ruso los clientes europeos a quienes planea venderles su gas envasado.

Por otro lado, las protestas de los agricultores alemanes y holandeses en contra de las medidas de sus respectivos gobiernos en favor de las llamadas ‘energías verdes’ grafican el ridículo de sus gobernantes frente a un panorama de encarecimiento de alimentos, pues aún ni disponen de esas tecnologías ni las podrán tener siquiera en el mediano plazo (12). Podemos decir que Europa se dio un disparo en el pie a pedido de los norteamericanos que les arrebatan su plusvalía mientras Rusia, además de intentar separarlos, agudiza también las contradicciones entre los gobiernos y los pueblos que ven un serio deterioro de su situación ante las políticas que llevan sus dirigentes políticos. El país euroasiático, por su parte, sigue aumentando su comercio con China vendiéndole cada vez más gas, a la vez que sigue afianzando sus vínculos por fuera de occidente, como lo demuestra la gira por el continente africano que realizó el ministro de relaciones exteriores, Sergei Lavrov (13 y 14).

Otro ejemplo de la mediocridad cada vez más aplastante de la dirigencia política europea es la que se observa en el Reino Unido, en donde el ‘fiestero’ Boris Johnson -que venía acumulando mociones de censura en el parlamento a medida que se sumaban sus escándalos sexuales- no tuvo otra alternativa que presentar su renuncia ante la dimisión de casi todos sus ministros (15). Tal vez la perlita de esta historia sea que el promiscuo ex mandatario estaba tratando de ‘aguantar’ un tiempo más en su cargo para poder utilizar inmuebles y recursos del estado para la celebración de su próxima boda... No llegó a tiempo. Recordemos que Johnson es el mismo que animaba a sus pares en el G7 a burlarse públicamente de Putin por sus fotografías montando a caballo con el torso desnudo. Good bye, partyboy.

La admisión de la OTAN al ingreso de Finlandia (país limítrofe con Rusia) y Suecia es otra demostración de que la burguesía imperialista está apostando a aumentar las tensiones con Rusia ante su evidente éxito militar en Ucrania (16). El pretendido y fallido hasta el momento sultán Erdogán, presidente de Turquía, finalmente aceptó desbloquear la entrada de los países escandinavos a cambio de que extraditen a decenas de kurdos vinculados con el PKK exiliados allí (17). Turquía, cuyas agresiones en territorio sirio están siendo contenidas por el ejército ruso, sigue manteniendo una política errática con respecto al Kremlin, aunque sin dejar de ser, supuestamente, socia del gobierno ruso. De hecho, allí se celebraron recientemente reuniones entre diplomáticos rusos y ucranianos para destrabar el bloqueo a la exportación de millones de toneladas de cereales en el Mar Negro (18). Por su parte, Putin advirtió que ante el emplazamiento de bases militares de la OTAN en Finlandia y Suecia, Rusia responderá “adecuadamente” (19).

En Ucrania, en donde el ejército ruso continúa acercándose a la liberación total del Donbass, el presidente humorista y títere del imperialismo Zelenski se ve más y más acorralado por escándalos de corrupción –Ucrania es considerado el país más corrupto de Europa- y por denuncias que señalan a altos mandos militares por tráfico de armas: Rusia demostró que por internet se pueden comprar artefactos militares provenientes de países de la OTAN (20). Además, Zelenski deberá aclarar qué hacía un avión ucraniano trasladando armamento a Bangladesh, aeronave que explotó cargada con 11 toneladas en territorio griego (21). Es llamativo, también, que EEUU, el verdadero patrocinante de la guerra, haya llamado a todo su personal diplomático y a sus ciudadanos en suelo ucraniano a retirarse inmediatamente de allí. ¿Sabrán algo que el resto no sabemos? ¿Quizás algún intento de auto atentado como a los que nos tienen acostumbrados…?

La reciente agresión de Kosovo y las fuerzas de la OTAN a Serbia, cuyo gobierno es cercano a las posiciones rusas, es otra demostración de la necesidad del imperialismo de avivar cuánto conflicto sea posible para generar nuevas guerras que les permita seguir vendiendo su producción armamentística (22).

Otra fotografía en la película de la decadencia occidental la configura la reciente visita del títere Biden a Arabia Saudita en lo que fue una desesperada maniobra de EEUU para sostener la exigua hegemonía que mantiene alrededor del mundo. ¡Ni siquiera apunta a aumentarla! ¿Y qué consiguió el anciano Joe aparte de una siesta en el medio de una reunión con funcionarios saudíes…? NADA. Ante el pedido de aumentar la producción petrolera (que es donde históricamente se respaldó el dólar) frente al dramático encarecimiento del combustible en Estados Unidos, el príncipe Bin Salmán respondió negativamente (23). Vale recordar que el país árabe comenzó a vender petróleo a China en yuanes, por fuera del dólar, convirtiéndose en uno de sus mayores proveedores. Además, el nuevo intento de los yanquis para que China sancione a Rusia, como consecuencia de la guerra en Ucrania, es otro delirio que no tiene ni pies ni cabeza tratándose de uno de los principales socios y aliados del país eslavo. Los asiáticos, con la sabiduría que los caracteriza, les bajaron los humos argumentando que para lograr soluciones lo más prudente es sentarse a negociar y, por otro lado, como para dejar en claro quienes no son sus amigos, se deshicieron hace pocos días de una gran suma de bonos de deuda norteamericana (24). El reciente anuncio de la llegada de Nancy Pelosi, presidente de la cámara de representantes estadounidense, a Taiwán y el consiguiente despliegue militar estadounidense en el mar de la China Meridional es una desesperada respuesta a la decisión china de desprenderse de los bonos norteamericanos. La provocación de Pelosi agrava las tensiones con el gobierno de Xi Jinping que la ha denunciado como tal, advirtiendo que no se quedarán de brazos cruzados (25) y los hechos aún están en desarrollo al momento de cierre de este texto.
El ex primer ministro japonés, Shinzo Abe, fue asesinado a balazos durante un acto de campaña. Hasta donde sabemos, su asesino es un ex militar desocupado enojado con el ex mandatario, aliado histórico de los intereses de Washington, pues era un activo propagandista de la Iglesia de Unificación (la famosa secta Moon, vinculada con la CIA), que lo habría alejado de su familia (26). Si bien estamos ante un hecho aislado perpetrado por una persona en solitario, podemos decir que Abe ‘cosechó su siembra’ y que quienes atenten contra los trabajadores y los pueblos pueden correr esa misma suerte.

En nuestro continente se puede apreciar también la disputa entre el orden unipolar, que está llegando a su ocaso, frente al ascenso de un orden multipolar liderado por Rusia y China que, junto con Irán, realizaron ejercicios militares con Venezuela en su territorio, lo que constituye un verdadero cachetazo en la cara al Tío Sam, como así también el hecho de que el gobierno de Maduro haya cedido terrenos al país persa para el cultivo de alimentos (27 y 28). Otra desavenencia para los intereses del imperialismo fue la decisión de Bolsonaro de saltear las sanciones impuestas a Rusia al concretar la compra de diesel ruso (29). De lo sucedido se desprende que, cuando la situación apremia, no hay sanción que valga y no pueda ser rota. No hay ‘amiguismos’ que se sostengan… Es necesario tener en cuenta que Brasil sigue siendo parte de los BRICS y, ya que lo mencionamos, el manifiesto deseo del gobierno de nuestro país de incorporarse a él constituye otro golpe para Washington (30) junto con la solicitud de Argelia en el mismo sentido (31).

Dentro de este panorama, los trabajadores y los sectores populares demostramos en distintas rincones del planeta que no bajaremos los brazos ante los atropellos de quienes nos explotan y oprimen. Las movilizaciones en Europa por el encarecimiento del costo de vida, el pueblo de Sri Lanka en las calles obligando a la renuncia del presidente, como así también las enormes movilizaciones en Ecuador y Honduras que, pese a la represión y las muertes, han logrado que los gobiernos acuerden bajar precios en combustibles y alimentos son claros ejemplos de que nuestra clase está dispuesta a pelear y a no dejar que la burguesía descargue SU crisis sobre nuestras espaldas. Es evidente que este sistema sólo puede generar más miseria, hambre, guerras y muerte, además de una concentración de las riquezas en cada vez más pocas manos. Debemos saber utilizar en nuestro favor la debilidad actual del imperialismo y sus socios. Nuestro camino es seguir movilizándonos ante cada injusticia y pelear seriamente por la unidad de los trabajadores y los sectores populares. Debemos ser conscientes de que no existen reformas posibles que puedan significar mejoras de fondo para nuestros problemas dentro del capitalismo. La única salida fue y seguirá siendo la Revolución y el Socialismo.

¡TRABAJADORES DEL MUNDO, UNÍOS!

NOTAS:

1. https://www.latimes.com/
2. https://es.beincrypto.com/
3. https://www.cronista.com/
4. https://www.telesurtv.net/
5. https://www.cuatro.com/
6. https://www.lapoliticaonline.com/
7. https://www.dw.com/
8. https://www.valoraanalitik.com/
9. https://evtv.online/
10. https://es.investing.com/
11. http://www.cubadebate.cu/
12. https://gaceta.es/
13. https://www.elconfidencial.com/
14. http://www.cubadebate.cu/
15. https://www.bbc.com/
16. https://www.france24.com/
17. https://www.telam.com.ar/
18. https://www.elmundo.es/
19. https://www.telam.com.ar/
20. https://www.dw.com/
21. https://www.telam.com.ar/
22. http://www.elespiadigital.com/
23. https://www.resumenlatinoamericano.org/
24. https://lacritica.com.ar/
25. https://www.swissinfo.ch/
26. https://www.perfil.com/
27. https://www.eltiempo.com/
28. https://www.perfil.com/
29. https://www.infobae.com/
30. https://www.ambito.com/
31. https://www.prensa-latina.cu/

LA ESPECULACIÓN ES VIOLENCIA SOBRE EL PUEBLO

La continuidad de la guerra en Ucrania profundizó el enfrentamiento entre aquellos países que emergen como nuevos líderes del mercado mundial y las viejas potencias. La disputa por la hegemonía entre EEUU y Europa contra el avance del bloque ruso-chino transformó al planeta en un tablero de ajedrez del que nuestro país no queda exento. En consecuencia, la política exterior argentina está determinada por la contradicción entre mantenerse alineada al viejo orden unipolar de EEUU, al que nuestro país siempre estuvo incorporado o “asociarse” al nuevo orden multipolar propuesto por China y Rusia. Unos son parte del pasado, otros son parte del futuro dentro del sistema capitalista.

En ese aspecto, el gobierno nacional estrechó lazos comerciales con China (dada la escasez de reservas en el Banco Central) pero sin romper la ligazón histórica del país con la burguesía financiera occidental (1). Eso explica, en parte, el modo rastrero en que se comporta Alberto Fernández, que trató de quedar bien con EEUU, atendiéndole el teléfono al fascista de Zelensky. ¡Solamente un hipócrita conciliador como el presidente puede ponerse al servicio del payaso ucraniano! (2)

En ese juego a dos puntas y aprovechando la delicada situación económica que atraviesa Europa, el ocupante de la Casa Rosada “ofreció” los recursos del territorio nacional (alimentos y energía) como la solución perfecta para sortear la dependencia rusa. La actitud lamebotas del presidente argentino en la cumbre del G-7 sólo tiene parangón con el nefasto Macri y el innombrable Carlos Saúl Menem (3). La apuesta conciliadora del jefe de gobierno expresa la visión mediocre de su política internacional, de una miopía sin límites, pues en tiempos en que el mundo está atravesado por grandes divisiones no se puede elegir la indefinición como estrategia política. ¡O se está con Dios o se está con el diablo!

El ir y venir de Alberto Fernández que, por un lado, se mostró como fiel vasallo del G-7 y, por otro, pidió ingresar al BRICS, genera confusión en los demás miembros (4). Para el gigante chino, Argentina puede convertirse en un socio vital para expandir la influencia de sus negocios en América Latina. Por eso mismo aprobaron la candidatura argentina (5). En cambio, para los rusos, las volteretas de Fernández y sus actitudes desleales con respecto al conflicto en Ucrania generan desconfianza en la Casa Rosada. ¡Del ridículo no se vuelve Sr. Presidente!

En un contexto internacional que exige posicionamientos claros, definiciones concretas y la elección de uno u otro bando en el reordenamiento de la geopolítica mundial, la indeterminación constante de Alberto Fernández se convierte en un rasgo característico de su gestión. Es una muestra de su incapacidad para sacar ventajas del terreno internacional y aliarse al sector pujante.

En el orden interno, el gobierno nacional viene teniendo semanas de cambios muy acelerados. El salvavidas de plomo del acuerdo con el FMI se cobró otra víctima con la escandalosa renuncia de Martín Guzmán quien dio el portazo cansado de los palos Cristina Fernández (6 y 7). Previsible o imprevisto -depende de cómo se lo mire- el motivo concreto de la salida de Guzmán fue la pérdida de apoyo político dentro del oficialismo. Primero, porque fue incapaz de contener la sangría de dólares de las reservas del Banco Central, condición excluyente del acuerdo con el Fondo. Segundo, por las jugadas especulativas que el ex ministro les permitió a los empresarios formadores de precios ligados con la exportación y las finanzas. Ya lo había advertido, de manera oportunista, Cristina Fernández refiriéndose al “festival de importaciones”. La vicejefa lo señaló como una debilidad de la gestión por no frenar a la burguesía parasitaria que empujaba a la crisis con corridas cambiarias y operaciones mediáticas (8).

Urgido por cumplir lo pactado con el FMI, el oficialismo aplicó un cepo restrictivo a las importaciones de los grandes monopolios para que dejaran de financiarse con los dólares del Central y usaran sus propios ahorros. Además, con el afán de acumular reservas, estableció una serie de condiciones para el comercio con tarjetas (9 y 10). Por un breve lapso de tiempo, la movida pareció aplacar el ánimo de lucro del capital financiero poniendo a raya a los importadores seriales y frenando la devaluación. Sin embargo, tales medidas se tomaron demasiado tarde y expusieron al gobierno nacional a las “verdades” que la jefa del kirchnerismo arrojaba públicamente.

La cruda realidad mostró las “diferencias” para manejar la crisis dentro de la alianza gobernante, las cuales se tradujeron en una “pelea” discursiva entre el presidente y su vice sobre quien ejecutaba “correctamente” la política de Perón. La lucha faccional por autoproclamarse como la auténtica representación del peronismo fue el escenario en el que el kirchnerismo y el oficialismo volvieron a dirimir sus conflictos con miras a hegemonizar el apoyo de sus bases y recuperar el voto de los trabajadores (11 y 12). Como venimos sosteniendo, la imagen desgastada del presidente, que pierde fuerza en el gabinete, contrasta con el respaldo que la base peronista le brinda a Cristina. La líder del kirchnerismo se despega de una gestión en franco declive mientras el Frente de Todos no logra cautivar a las masas con políticas efectivas y concretas.

La desprolija renuncia de Guzmán dejó en banda a Alberto Fernández quien designó a Silvina Batakis al frente de la economía del país (13). La llegada de la fugaz ministra, cuyo pasado ajustador es conocido por los estatales bonaerenses, fue un manotazo de ahogado y una salida rápida consensuada por el peronismo (14).

El cambio en el gabinete fue interpretado como un síntoma de debilidad por un sector del poder que lo aprovechó para hacer olas con la especulación con el dólar (15 y 16), el remarcamiento de precios (17 y 18), la presión devaluatoria y la corrida cambiaria (19 y 20). Todas jugarretas económicas que tenían un tufillo desestabilizador detrás.

Ante el aumento injustificado de los productos de primera necesidad y la campaña de “incertidumbre” orquestada por un sector del establishment (21), la efímera ministra dijo lo que la clase dominante quería escuchar: que el acuerdo con el FMI seguía en marcha (22) y que se relajaría el cepo al dólar cediendo a las presiones de la industria y el campo (23). Por si fuera poco, Batakis, “la breve”, anunció que mejoraría el precio para el dólar turista, entre otras cosas (24). Por último, dejó en claro que no era el momento para otorgar el salario básico universal dejando desorientada a la base peronista (25). Dar la espalda a millones de argentinos que se encuentran por debajo de la línea de la pobreza mientras beneficia a los productores de alimentos es una decisión política del autodenominado gobierno “popular” que lo señala por funcional a una clase: la burguesía.

La negativa de Batakis a destinar parte de los fondos a un proyecto de subsidio para millones de trabajadores informales y desocupados, que sufren la inflación día a día, puso en pie de lucha a las organizaciones sociales. Las masivas movilizaciones llevadas a cabo en todo el país expresan las necesidades insatisfechas de millones de personas estigmatizadas y marginadas por el sistema. También son un termómetro de la conflictividad social latente y una muestra de la voluntad inquebrantable de resistencia de nuestro pueblo (26 y 27).

Lejos de contener la voracidad y rapacidad de los capitalistas argentinos, los anuncios económicos de la gestión la avivaron. Para recuperar la credibilidad perdida -sin saber que le quedaba poco en el cargo-, la “efímera” ministra partió a entrevistarse con el FMI (28) para mantener el respaldo político del organismo. De paso, se arrodilló ante el Banco Mundial para que le giren un préstamo millonario (29).

La burguesía huele la tibieza y el desconcierto de la gestión peronista y, como es la verdadera dueña del poder, no vacila en mantener la presión ante la inmovilidad del Frente de Todos. Por eso, los productores del campo consiguieron lo que tanto clamaban a los cuatro vientos mientras guardaban los granos de soja en las silobolsas de sus campos (30).

Fue una incoherencia y un error muy grande del gobierno “popular” otorgar privilegios comerciales a la oligarquía de la bosta en el aniversario de la muerte de la líder espiritual del peronismo, Eva Duarte. Mientras la CTA y otros espacios afines despotricaban contra los monopolios y respaldaban en la calle al desgastado Frente de Todos, el oficialismo traicionaba las palabras de la abanderada de los humildes quien señaló: “Nuestro pueblo ha vivido más de un siglo de gobiernos oligarcas cuya principal tarea no fue atender al pueblo sino más bien a los intereses de una minoría privilegiada, tal vez refinada y culta, pero sórdidamente egoísta”. Una vez más, la gestión de Alberto Fernández priorizó los reclamos de esa minoría, enemiga de los trabajadores. No hay palabras para describir tanta traición al pueblo (32).

La cúpula del gobierno está desesperada por lograr acuerdos que contengan las secuelas del terremoto político de los últimos días (33). Los cambios urgentes en el gabinete, con la ida de Gustavo Beliz, la acumulación de ministerios en las manos de Sergio Massa, los nombramientos y los reemplazos innumerables son un ejemplo de la debilidad política del gobierno de la clase dominante. La elección de Massa debe interpretarse como un mensaje de orden y calma que envía al capital financiero. También, expresan el reacomodamiento de poder dentro de la alianza gobernante. Alberto Fernández se recuesta en el ex UCeDé para equilibrar las fuerzas en el gobierno y no ceder totalmente frente al kirchnerismo que “aprobó” a regañadientes la llegada del líder del Frente Renovador. Por su parte, el ex intendente de Tigre acumula protagonismo político para “ocupar” a futuro el sillón de Rivadavia, todo depende de si funciona o no su plan de salvataje. Seguramente habrá mensajes de unidad y apoyo para contener los nubarrones de la tormenta. El gobierno de la clase dominante enviará señales de fortaleza a sus seguidores para evitar perder más legitimidad social (34 y 35).

Los trabajadores no podemos permitir que los grandes monopolios nos impongan sus condiciones y nos empujen a la pobreza. Tenemos que movilizarnos para no ser quienes paguemos los costos de la crisis de su sistema. Aprendamos y repliquemos en todas partes las luchas que miles de trabajadores estatales llevan adelante como en la Rioja o Mendoza (36). Tomemos como ejemplo el aumento conseguido por los aceiteros que marcan la referencia para el conjunto de los trabajadores del país con un salario básico de 180.000 pesos (37). El reclamo salarial de las bases de la UOM, cuya dirección juega en favor de la desmovilización (38) y la huelga emprendida por el SUTNA (39) son señales favorables de que el proletariado está movilizándose por sus necesidades inmediatas (40).

Es nuestra tarea unificar los conflictos en desarrollo y tender hacia la unidad de todo el movimiento obrero y el pueblo. Sepamos organizar nuestra fuerza. Hagamos retroceder cualquier plan de ajuste del gobierno y aprovechemos su falta de apoyo social para arrancarle concesiones. Seamos amplios para comprender que todas las luchas tienen un solo enemigo en común: la burguesía en el poder. A cada necesidad del pueblo démosle una salida política con organización y unidad en la acción.

ORGANIZARNOS ES AVANZAR HACIA LA REVOLUCIÓN

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